No Es Lo Que Parece.

Es otro el encuentro.
Es siendo la calma.

La primavera como el mejor de mis estados. Echar por la borda el verde de media mañana. Los colores están donde se supone. Le falta humedad a mi boca. La sinergia matutina de los órganos empieza la noche anterior. Necesidad de nada en particular. Cierta obsesividad abandona la estancia. Todo se siente perfectamente. Vos seguís hablándole a mi radio que está desenchufada hace dos semanas. A mi capitán favorito se le dio por visitar el campo. Mi amigo no repara en halagos. Mis padres festejan día por medio estar vivos. Mi hermana no llama para quejarse. Mi hermano pierde algunos de los privilegios por los que es envidiado. Tengo un lastre que cada vez menos necesario, que va a saltar al vació por sus propios medios. Todo encaja perfectamente. El papel y el agua ya no son un medio. El tinto y la tinta se quedan en su envase. Imágenes similares cuadriculan el espacio. Las ventas van y vienen con fortuna. Proyecto un año a dos carreras y un escrito con cuatro personajes a destiempo. Todo funciona perfectamente. Los desaparecidos no aparecen. Quince adolescentes se mueren en un viaje de caridad. Quince farandulo-féminas pelean por segundos de TV. Veinte novelas famosas de lomo cosido, tapa dura, y coloridas flores en relieve están a nueve con noventa. Todo luce perfectamente. Los matices saltan a la luz estática. Pago quiniela y perfume. Y ni me amargo por no poder fumar en los bares. De la 5ta. Avenida solo extraño el olor y el mocachino tamaño baño en la calle helada. Viajar a Cuba está a un paso de insistencia. Ir al casamiento está a un vestido nuevo de distancia. Ir a la ópera, al teatro o al cine es algo que no hago a solas. Estar en presencia de ausentes es una soledad cotidiana. Los ausentes de siempre están conmigo. Él sigue mirándome con ojos cielo y no me habla en la caja del super. No hay tierra a la vista porque estoy en medio de ella. El mar es un recuerdo irrenunciable y quiero ir a San Bernardo a ver el pinar. Perfecto.