Mar De Fondo: Ensueño

jueves

Ensueño

“Igualmente sos libre de hacer lo que desees mientras te cante.
No es obligación el quedarte dormida y soñar.”

Ella dormitó un poco, con el arrullo incesante del agua corriendo en los tejados. Afuera; y al final de los oscuros nubarrones; un horizonte anaranjado se perdía de a poco, detrás de los edificios a lo lejos.
Una brisa fresca se desliza entre las claras cortinas, poniéndole un poco la piel de gallina en los brazos, se los restregó. Acomodó el cuerpo un poco en el sillón del living, hundiéndose en los almohadones.
Casi en el instante en que parecía perder la consciencia, le pareció escuchar claramente: “No te duermas aún”… esa voz conocida, la despertó del sopor. Abrió los ojos.
Ya de noche, la habitación estaba a oscuras, y notó que deberían haber pasado varias horas, y no algunos minutos como ella creyó percibir.
Tal vez aquella voz, era el final de algún sueño que llego a la superficie.

Volvió a sonar su recuerdo: …-No te duermas aún…- con la voz de él, suave y calida, cerca de su oído, ninguna imagen, como si realmente hubiese estado en aquella habitación junto a ella. Volvió a sentir el frió recorriéndola por los brazos hasta los hombros y sintió la necesidad de esta calidamente acostada, cómoda y relajada, pero no tenia fuerza suficiente para levantarse de aquel lugar.

Pensó cuanto hacia que no lo veía, pensó en la última vez, trato de recordar detalles, pero se le escapaban, estaban desdibujándose con los días, las semanas…
¿Y esto? ¿Qué era esto? Era como una resistencia, un último coletazo, una sensación de no querer dejar ir algo que ya no estaba ahí, algo que tal vez no era beneficioso pero se había hecho costumbre.
Casi con fastidio se levanto y fué al dormitorio, de desvistió, y desnuda se metió en la cama; acurrucándose, dejo que el placer de las sabanas limpias contra la piel la llenara de satisfacción; se relajo, y se dejo llevar por los bostezos.

-Te tengo así ¿ves?- escuchó.
Apretó los parpados cerrados, y giró en la cama.
Pensó en Animales Mitológicos, y en las historias donde los enemigos son tangibles, cortables y perforables.
No era este el caso, aquel fantasma no se iría blandiendo armas, ni siquiera rogando. Aquella voz estaba en su cabeza, y no necesitaba de exorcismos. Aquella voz trataría a toda costa de sostener el recuerdo en su memoria, todo el tiempo posible, trataría de no morir, intentaba reinar y permanecer, resistiéndose a lo inevitable: El Olvido; o peor aún; la indiferencia, esa forma de olvido consciente, esa manera de tener olvidado algo que está ahí.

Algo dormida, dejó que aquellas palabras la llevaran en brazos hasta las imágenes oníricas. Se deslizó en sus brazos, sintiéndose acompañada en la soledad.

El viento golpeo con fuerza las persianas de madera, y los truenos, incentivaron la impresión de protección que le brindaban aquellas sensaciones acogedoras.

Se dejó ir, calidamente…

Un escalofrío la alertó a penas, un leve cosquilleo sobre un pecho, la sensación del aire frió que contrae la piel. Instintivamente se llevo la mano al pecho, y encontró una mano donde creía que estaba su pezón. Su mente hizo cientos de asociaciones, y se detuvo ante el placer que le generaba aquella conmoción sobre la piel. Abrió los labios y aspiro con fuerza, elevando el pecho del colchón. Entre sus labios sintió algo húmedo que se introducía dentro, suave y calido. Una parte de su instinto reconoció aquel tacto. Abrió los ojos.

Él, su lengua y su mano suave.
Aquel despertar confuso, dulce y excitante; la lleno de extrañeza, pero sobre todo de gozo. Quería más, se dejo en sus brazos, y obtuvo más.

Por primera vez, recibió gozosa, por que no tenia consciencia suficiente para entregar físicamente, solo para estar en aquel instante, en el que él, había llegado a su cama, llevándola de lo onírico a la vigilia, de tal sutil forma, que el despertar no pareció tal.

4 comentarios:

Marcela dijo...

Estragos interiores
púrpuras emanaciones
Deseo inconmesurable
de asaltar tus sueños

Marcela dijo...

MiJose:
¿No estas en mis sueños?

Rolando Escaró dijo...

un relato sorprendente, me ha gustado mucho tu forma de escribir.

pd. gracias x la visita

Marcela dijo...

Digler:
Me halaga realmente.
Gracias por retornarme la visita
Saludos!