La Noche del Eclipse
En las batallas modernas las armas no son necesariamente de fuego. La guerra llega a una ciudad tranquila e impone su ritmo, te obliga a luchar y a aprender a luchar para sobrevivir, la guerra no conoce de vida solo de supervivencia. La gente en pie de guerra no vive ni deja vivir, no sabe como hacerlo, entonces impone su estilo y su ritmo a quienes los tocan. La pelea es su único día a día porque la paz les es parecida a la muerte. Aprendieron a batallar hasta en tiempos de paz, hacen la guerra hasta cuando hacen el amor. Algunos de ellos toman como justificativo una idea que convierten en ideal y hasta tienen el tupé de pensar que el mundo gira a su alrededor y que ese justificativo es parecido a la justicia.
Cuando la guerra llega a la ciudad pacífica y austera la primera reacción es negarse a aceptar que está tocando a tu puerta porque no hiciste nada para que llegue hasta ti. Cuando una batalla te impone defenderte primero rechazas la idea pensando que es parte de una guerra que no has generado, pero de todas maneras está a las puertas de tu ciudad. Siempre queda el exilio, si es posible, pero tarde o temprano habrá otra batalla emprendida por guerreros que necesitan tener la razón, que necesitan imponerse para sentirse mejor.
Esta guerra ya había empezado antes de entender que esta batalla estaba perdida. Ganó. Logró lo que quería. Logró retener a su lado a quien ya era su enemigo hacía tiempo y no por una alianza sino por obligación. Truco sucio pero efectivo. Ahora aumentó el rencor a su alrededor. No se si admirar su capacidad u odiar hasta que se me pase. Pero ahora estoy pensando que así como yo seguiría las leyes de la guerra los otros seguramente no lo harán, mientras nosotros respetaríamos las treguas los demás no lo harán, mientras nosotros no tomaríamos rehenes los demás seguramente lo harán, entonces queda por decidir si seguimos las leyes y pretendemos estar tranquilos con nuestras conciencias, mientras los otros probablemente no lo hagan y eso resulte en la victoria ajena en esta guerra que para nosotros es un paso hacia la paz y para los otros es una forma de vida.
2 comentarios:
Tienes razón, en las batallas modernas, las armas que menos duelen, son las de fuego. Aunque quizás esta nueva forma retorcida de combatir de algún que otro ser humano, no sea tan moderna como parece.
Coco:
Las estrategias de manipulación no son modernas, es cierto, es más, se han hecho tan efectivas que ya no hace falta armas para intimidar, je.
Lo que duele profundo y te deja vivo es el problema, por lo menos hasta que te haga más fuerte que se supone. ;)
Saludos y gracias por pasar
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