Miedito.

Aterrada. Ahora soy consciente que esas hojas de papel impreso son la única copia de la última corrección. No digo, que basada en el borrador anterior, no pueda mejorar ese texto; es que, en el momento final, se me ocurrieron unas cuantas modificaciones que no tienen que ver con la lógica de la corrección habitual, sinó más bien con otras cosas…esas cosas que están fuera de cierta definición.
Y sigo aterrada, como si esas pequeñas letras dictadas fueran algo más que eso.
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