Bitácora
14 de abril de 2006 (Semana Santa. Día 2)
Anclé para pasar la noche.
El temporal abatió fuerte y acrecentó la sensación de protección dentro de la cabina. Desperté tarde. Con unas cuantas millas por recorrer até el timón y me dedique a las faenas sin más. Las velas firmes con el frió viento y el sol de tibia melancolía.
Encuentro el cementerio desolado y silencioso al caer la tarde. Carcasas vacías que fueron hábitat alguna vez.
Exploro con la luz que queda y encuentro un San Ramón (noto la rareza de un velero con nombre masculino) como si sus tripulantes se esfumaran en un instante, todo parece estar donde alguien lo dejó, hace décadas atrás.
Piezas rotas de usos y costumbres de una familia que intento no modificar del todo. Necesito algo y eso obtengo: La Bitácora del “San Ramón” año 1989.
Bajo una anotación que dice Pascuas reza así: “…el sacrificio del hijo para que la madre sobreviva, no hay alimento sin ella, y probablemente mañana sean dos los muertos”
Ya tengo por quien rezar.
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Y todo es color salmón
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2 comentarios:
Terrible metafora de las pascuas.
fhedosshi:
¿Terrible por horrible o por cierta?
Saludos
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