Pavoneo Real

Sin mucho a que recurrir la pared de ladrillos conocidos está frente a la frente detrás de la cuál las palabras son más (que nada y sobre todo) una molestia ajena. La única posibilidad es la realidad, no existe nada más. Los círculos siempre se cierran en el mismo punto solamente porque lo circular lo requiere. Hay ciertos encierros. El amor es esa cierta libertad que requiere adorar grilletes en particular. Una nube es una nube, depende de dónde esté ubicada para adjetivarla de beneficiosa o perjudicial. Las situaciones se suceden sin pausa. Lo superficial seguirá siéndolo y la mirada ajena mientras más sesgada, más parcial y más voraz. Ciertas almas se ocultan detrás de parapetos construidos a base de argumentos razonables. Para afuera siempre resulta más sencillo no verse, siempre es simplista encaramarse en la paja ajena. El mundo es un subjetivema peculiar y será uno diferente mañana…posiblemente. Lo interesante de cada día reside en inventar una nueva magia que ponga interés en la idea que se tiene sobre el curso de los hechos. Pesimismo y optimismo siguen siendo palabras que llenan la boca de demasiada gente que necesita demostrar una filosofía de vida hacia fuera. Resultan sospechosas las felicidades que pretenden enseñar perfección. Sospechosos son quiénes intentan explicar demasiado su forma de ser, quienes intentan ser entendidos por demasiada gente, evidente síntoma de necesidad de aceptación, en ese derrotero se pierde a si mismo en la máscara del personaje que se reinventa constantemente. Ciertas metamorfosis resultan ser una serie de antifaces poco graciosos aunque resulten gráciles. La verdadera pre-ocupación reside en hacer lo posible para evitar ambigüedades en los hechos aunque las palabras contengan dudas razonables. Ya hay demasiadas palabras habituales consideradas malas palabras porque a alguno se le ocurrió depositar sus frustraciones personales y malas experiencias en ellas. Las palabras son solo eso y sigue siendo el significante del significado lo que significa algo para cada quién. La verdad es la única realidad. La objetividad absoluta no es posible, ergo no existe. La lógica es la felicidad de las mentes históricas, el mito es el beneplácito de las mentes totémicas. Cada maestrito con su librito. Quien calla otorga y quien evita una parte cree que no miente. El egoísmo consiste en poner un coto a la generosidad y el egocentrismo consiste en nunca poder pararse en la vereda de enfrente. No hay una sola realidad.