Mar De Fondo: Corazón

sábado

Corazón


Tiene la extraña costumbre de superarme y seguirme el tren. Cuando estoy empezando a pensarlo él ya lo está sopesando. Lo quiero porque lo respeto, se lo ganó. Ante todo es mí amigo y confío en su cariño. Dudo perder eso. Tenemos vidas tan diferentes que a veces parece un chiste del destino. Somos tan parecidos que parece mentira que recién ahora nos hayamos cruzado. Un enamoramiento inevitable. A veces me parece demasiado frío para mí gusto y al mismo tiempo es lo que necesito. A veces creo que no es fácil aceptar lo que uno pidió y pido la suficiente inteligencia como para estar a la altura de mis deseos. A veces creo que es demasiado tierno para ciertas frialdades mías y que eso a la larga va a desencantarlo. Quiero creer que estamos empatados, porque necesito creer que somos el uno para el otro. Y todo sigue y seguirá siendo vidas dispares por un tiempo considerable. Él y yo solemos pensar en el futuro y al resto eso le fue beneficioso: la gente que crea proyectos propios en los que incluye a los demás es la gracia de la gente sin timón, sin rumbo propio. Él se ganó lo que tiene como yo, y como yo siente que no le costó aparentemente lo suficiente porque el sacrificio no se siente en perspectiva como dicen que debería sentirse… pero el resto aprecia un esfuerzo que no parece tal, para mí es falta de rencor y de ganas de permanecer permanentemente en el pasado y eso no quita que nos ataquen ciertas nostalgias.

Estética y aritmética son algo que el resto aprecia en nosotros sencillamente porque no terminamos de tomarnos lo que hacemos demasiado en serio aunque nos paguen por eso. Y yo puedo amarte por eso porque es sencillo hacerlo. Ellas creen ver, ellos creen ver pero no vieron nada y nosotros nos vimos. Yo soy casi inmune a lo que algunos opinan de lo que digo, hago y soy… y él también. A esta altura del partido hasta ciertos halagos son lugares comunes y sin embargo su voz y mis labios son encantos mínimos indispensables. Y yo te quiero. Gracias a alguien que desconozco él posee ese tipo de encanto que escapa al arquetipo culturalmente banal, posee ese tipo de encanto que solo es encanto a mis ojos de la forma en que el quiere ser conocido y por las justas razones por las que quiere enamorar. Creo, mon coeur, que hasta acá tenemos algo: al menos lo que nos gusta del otro supera la capa que los demás creen que es nuestra profundidad.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

je

Marcela dijo...

Se

Unknown dijo...

Y para no ser menos yo digo: ups!!!

Marcela dijo...

!yea!



Ja