Mar De Fondo: A Cada Gota

martes

A Cada Gota



Me veo como una figura agotada en el espejo de los ojos de alguien más. No dejo de parecerme al fantasma de mi misma. Estoy tan circunscrita que me siento desnuda bajo esta capa de caracteres que no me visten en representación, como si algo ajeno me reinventara para no consumirme en el tedio de ser siempre la misma. No, no es que desee ser alguien más. Me gusta así. Es solo una tonta compulsión a estar despierta frente a los demás, y a veces demasiado dormida a mi.
Es la exigencia de la excelencia. Esta mala educación social, que me tiñe de tintas ajenas, porque se supone que tengo que adelantarme una jugada, hasta que me despierto al hecho de que si hay un ganador, perdemos todos.

Sigo pulcra y ordenada, en medio de la ley del caos, y veo girar las dudas ajenas en orden de aparición; este desfile de lo inenarrable, solo porque todavía no le fueron aclaradas las palabras que lo ordenan, que tenderán a la justificación, para después terminar reconociéndose a si misma como entendimiento.

Solo a veces un perfume extraño a mi recuerdo, y conocido a mis sentidos se cuela entre mi almohada y mi mejilla; y creo saber de que se trata pero no puedo confirmarlo.
Entonces recuerdo los signos que me impuse a mi misma, y las palabras que me significan que el destino es lo que tengo delante, y claro, dudo de mis prejuicios, del destino, de las palabras y de todo lo que creo ver claramente; entonces entiendo que soy la duda, y que tal vez eso que estoy esperando oír, no solo nunca llegue, sino que al escucharlo dude de que sea dicho con verdad.

Y ahí, es cuando me veo como una figura agotada en los ojos que me leen.

3 comentarios:

José Antonio Galloso dijo...

No te ves agotada
Te imaginas como tal
Nosotros te vemos
repleta de energía
transhumada por los pensamientos
por las ideas por las voces
por las metáforas deliciosas
que en tu mente se gestan

Besos

alasdemariposa dijo...

son las voces que emanan de ti. Son las múltiples miradas y posturas que llevas en tu sangre.
Hay momentos en que todas hablan y es tanta la bulla que ya no sabes lo que escuchas.
Dales tiempo de hablar y tomate tu tiempo de silenciar.

Marcela dijo...

Gracias a los dos