Bitácora

6 de abril de 2006. Al borneo.



... y como si presintieran, los chinchorros se acercan trayendo invitaciones diversas.
inevitablemente me obliga a saltar de cubierta. Se que voy a aceptar una, alguna o todas.
¿El ver caras (algunas conocidas) me hara desistir de partir inmediatamente?
Se que me arriesgo a encontrarme con un faristeo en las fiestas
Por lo pronto no puedo negarme a una invitación de el mejor marino que conocí, y que aún amo.
Una última copa de tinto, por los buenos tiempos.


...Pero no tengo ganas de jugar a los abordajes, con timoneles que no conozco.



.