Amor. De Cero
Es… como ser, así es.
Es estar, pero se parece a eso.
Un amigo me hablo una vez de un termino acuñado por el hinduismo, para explicar el perfecto estado de amor del ser: “Bienaventuranza”. Me gustó esa palabra, y me quede años tratando de ver si podía averiguar de qué se trataba.
Hablan de ella, y se puede llegara ella, pero la dificultad residía siempre en mantenerse ahí, y obviamente, eso crea una especie de disociación, en la que se va de un lado a otro, atrayendo solo angustia.
Dicen que es peor haber conocido y haber perdido, que nunca haber tenido.
Pero eso, le pone impulso al dolor. Que seria de una cosa sin la otra ¿no? Un mundo sin horror me dejaría sin paz ante la belleza. Está ahí para ser transitado. No para ser negado, ignorado, odiado o descartado. Esta para ser, para aprenderlo, para evolucionar.
Y el amor, es un transito constante, entre algo que lo potencia y algo que lo destruye.
Pero no se desvanece, ni siquiera con el deseo de no desear ya mas nada.
En náutica, se dice que “Tormenta que no te mató, te fortalece”. Se que es cierto; y cada vez, uno se siente más capaz de capear el temporal. Pero deja de ser importante con el tiempo, lo malo que fué; porque te salvaste.
Dicen que uno repite a los demás de si mismo, lo que en realidad no se está seguro de ser, por que si uno estuviera seguro de algo que es, no lo repite para escucharlo. Uno, entonces no dice nada.
Así que deje de hablar de mí, por lo menos de las cosas que creía. Pero miro atentamente lo que repito demasiado, para percibir que ideas falsas quedan.
Se, que el amor me salvó de muchas maneras, y tubo a veces que pasar mucho tiempo para darme cuenta que era así, porque no quería escuchar lo que se me tenia que decir, ni de la manera que se me tenia que decir.
Igual sigue siendo un camino solitario, como escritor lo sé. Pero no me preocupa eso, ya no.
Cuando se aprende a amar, se aprende a dejarse amar. A aceptar, a dejarse querer, a aceptar que los demás realmente creen ver en uno cosas maravillosas (por más que a veces uno, no esté muy de acuerdo)
Cuando amas, ya no esperas. Pero no falsamente, repitiéndote todo el tiempo que das sin esperar. Sino realmente sin esperar. Y te das cuenta, por que al no tener expectativas, lo que el otro te da, no te resulta ni mucho ni poco, porque no esperabas nada en particular. Solo es, solo tienes que saber que lenguaje usa el otro.
Como le dije a una amiga, que se quejaba de que escribió todo en Ingles y alguien se le quejó por eso.
-Debería haberte pedido perdón por su carencia, vos no sos la responsable de que él no sepa otro idioma, él es responsable de eso. Yo tampoco entiendo, pero no me quejo porque la limitación es mía.-
Por suerte mi amiga se río. Pero me escuché lo que dije, y me di cuenta que no era casualidad. Ella había ayudado a solucionar algo, que yo todavía no veía.
Ese es el real reflejo en el otro. Y no es un don, o una cualidad. Es algo que se aprende, con las tormentas, y con el tiempo.
Cuando tenía 20 años quería escribir un libro, también a los 25, y a los 30. Ahora se que no tengo suficiente vida para escribir un libro, y que entonces no tenia suficientes experiencias para inventar nada. La madurez es eso, caerse de maduro, pero no al piso. Dejarse decantar, y ya saben que pasa cuando el agua se calma ¿no? Flota la mierda. Ahí es donde hay que demostrar valor, osadía, ese es el horror real. Pero no es todo lo que hay. Porque si vemos tanto horror, es porque todavía hay miedo; y el miedo, oculta el amor.
No puedo decir que el miedo se termina, ni el horror, ni el amor es constante sonrisa.
Estar enamorado, amar, y sentirse amoroso, no es lo mismo.
El amor es siendo, y se desvanece un poco y se busca, y se decide; se voltea en otra dirección, como las plantas buscan el calor, sin pausa y sin prisa.
Una vez le pregunte a un sabio: ¿Como sabés que algo es realmente amor?
-Por que más allá de todo, siempre te aporta algo de paz.- me dijo.
Y la paz no es solo tranquilidad.
También hay que empezar a elegir, de a poco. Una vez sale mal, otra vez, y tal vez no salga del todo bien, pero un día ves que alrededor hay algo mejor. Es que elegiste realmente el amor.
Sentarse a esperar no es la solución a todo. Pensar en el amor para toda la vida, tampoco.
La idea falsa reside, en pensar que alguien más va a venir a traernos algo que no tenemos.
Alguien puede venir, y te demuestra que "el amorosamente siendo", ya estaba en vos. Vos generaste eso. Y eso, te hace un poquito feliz, y te preguntas si se puede mejorar.(Si, se puede)
Pero el "ser amando", ese estado amoroso, no depende de nadie, ni nada.
Son diferentes facetas del amor, del cual aprendés a degustar. Y lo amargo te hace gustar más de lo otro, al punto de la desesperación... y la desesperanza ES salirse de la verdad, para caer en la mentira que el mundo propone: "Estas dividido y en soledad"
Nadie puede decirle a otro, cual es el camino al amor. Esa es la gracia y la desgracia.
Pero este mundo es pares de opuestos.
Negarlo es no reconocer la naturaleza, tu naturaleza.
Y negar lo evidente obviamente acarrea sufrimiento sin límites.
La verdad de lo real reside en la paz del ser.
El ser descansa incólume en del amor
El amor reside.
El amor…carece.
El amor es despojado, no despoja.
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2 comentarios:
MAR:impresionante este post! es indudable que lo tuyo es escribír,describír imágenes,sensaciones;plasmar con tus palabras o tu cámara lugares,paisajes,estados de ánimo...¡Te Felicito Marce!
No dejes nunca de escribír,aunque la tormenta intente hundír tu barco de sueños.
Abrazos!!!
El amor es un sufrimiento dulce.
Pero mi fuerte agarre melancolico de este sentimiento no correspondido me encierra en desear lo que una vez fue amor y ahora es recuerdo.
Gracias.
Leerte me hizo crecer.
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