Mar De Fondo: Clima

domingo

Clima

La lluvia era la única opción. Un manto de piedad sobre esta extraña melancolía que dejó algo y alguien, y sin embargo te trajo a vos como un eco lejano. Mientras pateaba veredas despacito, con el cigarrillo y estas pocas ganas, me acordaba de vos y me preguntaba qué estarías haciendo, no fue desear la intensidad que solíamos tener sino recuperar este corte abruto sin retornar a ningún lado, solo volver a estar en contacto como si nada hubiera pasado, como si todavía nos interesaran las circunstancias del otro.
Suena despacito afuera y silencié todo para que entre la lluvia sin mojarme, para que me susurre una vez más ese ronroneo hipnótico que trae la excusa de la interioridad.
Me gustaron tus besos y tus manos deslizándose despacio por mi antebrazo como si quisieras saber qué gusto tenía o a qué olía, manos pausadas eran las tuyas, como todo vos que eras pausado y de mente inquieta. Tú error fue escucharme demasiado en mis conclusiones sobre nosotros. Escuchar mis razonamientos sin contradecirme nunca fue buen síntoma. Y vos odiás un poco la lluvia, pero te gusta el frío, ese frío seco de nieve te sienta bien aunque te quejes.
El otro día me quise creer que me dejaste ir como un acto de piedad, para tú comodidad claro, porque las cosas tienen que rodearte sin ahogarte, pero fue una manera de no terminar peor y estuvo bien, después pensé que eras frío como la nieve blanca y cristalina, me diste frió y a mí me gusta la primavera, ya sabés.
Prefiero que llueva, prefiero la melancolía de esta lluvia de domingo raro y que se me venga todo encima, al final es más fácil que lidiar con vos y tus realidades; y con nosotros y las desavenencias. La lluvia no tiene ese orgullo y se mete en todos lados como las ideas. La lluvia lava y se lleva, llorar lava por dentro, dicen; pero yo no te puedo llorar.

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